1. »No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes.
2. Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás.
17-18. El árbol bueno sólo produce frutos buenos y el árbol malo sólo produce frutos malos.