8. Luego, el rey dijo a sus sirvientes: “La fiesta de bodas está lista, y aquellos invitados no merecían venir.
9. Vayan por las calles, e inviten a todos los que encuentren para que vengan a la fiesta de bodas.”
10. »Los sirvientes fueron a las calles de la ciudad e invitaron a muchas personas, unas malas y otras buenas; y así el salón de la fiesta se llenó de invitados.