24. Cuando los otros diez discípulos se dieron cuenta de todo esto, se enojaron con Santiago y Juan.
25. Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo:«Ustedes saben que los que gobiernan a los pueblos se portan como sus amos, y que los grandes señores imponen su autoridad sobre esa gente.
26. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás.
27. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos.
28. Yo, el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos.»