10. Entonces le preguntaron:—¿Cómo es que ya puedes ver?
11. Él respondió:—Un hombre llamado Jesús hizo lodo, me lo puso en los ojos, y me dijo que fuera a la piscina de Siloé y que me lavara. Yo fui, y en cuanto me lavé los ojos pude ver.
12. —¿Y dónde está Jesús? —le preguntaron.—No lo sé —contestó él.
13-14. Cuando Jesús hizo lodo y sanó al ciego era día de descanso obligatorio. Por eso, algunos llevaron ante los fariseos al joven que había sido sanado.
15. Los fariseos le preguntaron:—¿Cómo es que ya puedes ver?El joven les respondió:—Jesús me puso lodo en los ojos, y ahora puedo ver.