San Juan 6:50-51-67 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

6. Jesús ya sabía lo que iba a hacer, pero preguntó esto para ver qué decía su discípulo.

7. Y Felipe respondió:—Ni trabajando doscientos días ganaría uno suficiente dinero para dar un poco de pan a tanta gente.

8. Andrés, que era hermano de Simón Pedro, y que también era discípulo, le dijo a Jesús:

9. —Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. Pero eso no alcanzará para repartirlo entre todos.

50-51. El que cree en mí es como si comiera pan del cielo, y nunca estará separado de Dios. Yo he bajado del cielo, y puedo hacer que todos tengan vida eterna. Yo moriré para dar esa vida a los que creen en mí. Por eso les digo que mi cuerpo es ese pan que da vida; el que lo coma tendrá vida eterna.»

52. Los judíos empezaron a discutir entre ellos, y se preguntaban: «¿Cómo puede éste darnos a comer su propio cuerpo?»

53. Jesús les dijo:«Yo soy el Hijo del hombre, y les aseguro que, si ustedes no comen mi cuerpo ni beben mi sangre, no tendrán vida eterna.

54. El que come mi cuerpo y bebe mi sangre, tendrá vida eterna. Cuando llegue el fin del mundo, yo lo resucitaré.

55. Mi cuerpo es la comida verdadera, y mi sangre es la bebida verdadera.

56. El que come mi cuerpo y bebe mi sangre, vive unido a mí y yo vivo unido a él.

57. »Mi Padre, el Dios de la vida, fue el que me envió y me dio vida, pues tiene poder para darla. Por eso, todo el que coma mi cuerpo tendrá vida eterna.

58. Yo soy el pan que bajó del cielo, y el que cree en mí tendrá vida eterna. Yo no soy como el pan que comieron sus antepasados, que murieron a pesar de haberlo comido.»

59. Jesús dijo todas estas cosas en la sinagoga de Cafarnaúm.

60. Cuando muchos de los seguidores de Jesús le oyeron enseñar esto, dijeron:—Esto que dices es muy difícil de aceptar. ¿Quién puede estar de acuerdo contigo?

61. Pero Jesús les respondió:—¿Esto los ofende?

62. Entonces, ¿qué sucedería si me vieran a mí, el Hijo del hombre, subir al cielo, donde antes estaba?

63. El que da vida eterna es el Espíritu de Dios; ninguna persona puede dar esa vida. Las palabras que les he dicho vienen del Espíritu que da esa vida.

64. Pero todavía hay algunos de ustedes que no creen.Jesús dijo esto porque, desde el principio, sabía quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar.

65. También les dijo que nadie podía ser su seguidor si Dios su Padre no se lo permitía.

66. Desde ese momento, muchos de los que seguían a Jesús lo abandonaron.

67. Entonces Jesús les preguntó a sus doce apóstoles:—¿También ustedes quieren irse?

San Juan 6