1-3. Los fariseos se enteraron de que el número de seguidores de Jesús aumentaba cada día más, y de que Jesús bautizaba más que Juan el Bautista. Cuando Jesús se dio cuenta de que los fariseos se habían enterado de eso, salió de la región de Judea y regresó a Galilea.
4. En el viaje, tenía que pasar por Samaria.
5. En esa región llegó a un pueblo llamado Sicar. Cerca de allí había un pozo de agua que hacía mucho tiempo había pertenecido a Jacob. Cuando Jacob murió, el nuevo dueño del terreno donde estaba ese pozo fue su hijo José.
6. Eran como las doce del día, y Jesús estaba cansado del viaje. Por eso se sentó a la orilla del pozo,
7-8. mientras los discípulos iban al pueblo a comprar comida.En eso, una mujer de Samaria llegó a sacar agua del pozo. Jesús le dijo a la mujer:—Dame un poco de agua.
9. Como los judíos no se llevaban bien con los de Samaria, la mujer le preguntó:—¡Pero si usted es judío! ¿Cómo es que me pide agua a mí, que soy samaritana?
23-24. Dios es espíritu, y los que lo adoran, para que lo adoren como se debe, tienen que ser guiados por el Espíritu. Se acerca el tiempo en que los que adoran a Dios el Padre lo harán como se debe, guiados por el Espíritu, porque así es como el Padre quiere ser adorado. ¡Y ese tiempo ya ha llegado!
43-44. Algunos no trataban bien a Jesús cuando él les hablaba. Por eso Jesús dijo una vez: «A ningún profeta lo reciben bien en su propio pueblo.»Después de estar dos días en aquel pueblo de Samaria, Jesús y sus discípulos salieron