5. —¡Mejor se hubiera vendido este perfume! Nos habrían dado el dinero de trescientos días de trabajo, y con él podríamos haber ayudado a los pobres.
6-8. Entonces Jesús le dijo a Judas:—¡Déjala tranquila! Ella estaba guardando ese perfume para el día de mi entierro. En cuanto a los pobres, siempre los tendrán cerca de ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.En realidad, a Judas no le importaban los pobres; dijo eso porque era un ladrón. Como él era el encargado de cuidar el dinero de Jesús y de los discípulos, a veces se lo robaba.
9. Muchos de los judíos que vivían en Jerusalén se enteraron de que Jesús estaba en Betania; así que fueron allá, no sólo para verlo sino para ver también a Lázaro, a quien Jesús había resucitado.