1. Dios le dijo a Aarón:«Cuando los israelitas cometan algún pecado contra el santuario, tú y tus descendientes, y los demás descendientes de Leví, pedirán perdón por ellos. Pero cuando tú y tus descendientes estén de servicio como sacerdotes y pequen, nadie podrá pedir perdón por ustedes, sino ustedes mismos.
8. Además, Dios le dijo a Aarón:«Tu trabajo sacerdotal consiste en presentarme las ofrendas de los israelitas. Todas esas ofrendas se las daré a ti y a tus descendientes, por el servicio que me prestan. Ésta será una ley permanente.
9. »De las ofrendas que se queman, a ustedes les corresponden las ofrendas de cereales y las que traen los israelitas para pedir perdón por sus pecados.
10. Cualquier varón de ustedes podrá comer de estas ofrendas, sólo que deberá hacerlo en el santuario, porque se trata de ofrendas santas.