3. ¿Para qué nos trajo Dios a este territorio? ¿Sólo para que nos maten a todos, y se lleven como esclavos a nuestras mujeres e hijos? ¡Mejor regresemos a Egipto!»
4. Y se decían unos a otros: «¡Vamos a elegir a un jefe que nos lleve de vuelta a Egipto!»
5. Entonces Moisés y Aarón se tiraron de cara al suelo delante de los israelitas.
6. También se rasgaron la ropa en señal de dolor Josué y Caleb, que eran dos de los que habían ido a explorar el país.
7. Les dijeron a todos los israelitas:«El territorio que vimos es bastante bueno;
8. allí siempre habrá abundancia de alimentos. Dios nos ama; nos ayudará a entrar en él y nos lo dará.
9. Lo importante es que no se rebelen contra Dios ni tengan miedo de la gente que vive en ese territorio. Será muy fácil vencerlos, porque ellos no tienen quién los cuide. Nosotros, en cambio, contamos con la ayuda de nuestro Dios. ¡No tengan miedo!»
24-25. »Pero Caleb, mi servidor, no fue como los demás, sino que creyó en mi promesa. Por eso entrará junto con sus hijos en el territorio prometido, donde ahora viven los amalecitas y los cananeos. Ustedes, por su parte, irán mañana al desierto, en dirección al Mar de los Juncos.
26. Dios volvió a decirles a Moisés y a Aarón:
27. —Ya oí que los israelitas andan hablando mal de mí. ¿Hasta cuándo voy a soportar las quejas de este pueblo malvado?
28. Ya que andan diciendo que los he castigado, los voy a castigar. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que lo haré.
29. Todos los que tengan más de veinte años, y que hayan hablado mal de mí, morirán en este desierto.
30. Sólo Josué y Caleb entrarán en el territorio que les prometí, y nadie más.
31-32. »Ustedes caerán muertos en este desierto, y allí quedarán tirados. Pero sus hijos, que ustedes pensaron que serían esclavos, sí entrarán en el territorio que ustedes despreciaron.
33. Como ustedes no confiaron en mí, sus hijos andarán por el desierto cuidando ovejas durante cuarenta años; tendrán que esperar hasta que todos ustedes hayan muerto en el desierto.
34-35. »Para que aprendan lo terrible que es desobedecerme, los castigaré duramente. Les juro que lo haré. Ustedes exploraron el territorio durante cuarenta días, así que yo los castigaré un año por cada día. Cuarenta años andarán vagando por el desierto, hasta que se cansen y mueran.
36-37. Así fue como Dios castigó con la muerte a los que Moisés había enviado a explorar el territorio prometido, los cuales habían hecho que todos los israelitas se rebelaran contra Dios.
38. De los doce exploradores, sólo Josué y Caleb quedaron con vida.
39. Cuando Moisés les comunicó todo esto, los israelitas se pusieron muy tristes.