3-4. quien saldrá del campamento para examinarlo. Si el enfermo ya está sano, el sacerdote mandará traer dos aves, un trozo de madera de cedro, una cinta de color rojo y un ramo de hisopo.
23. Todo esto lo presentará al sacerdote al octavo día, a la entrada del santuario.
24. Allí el sacerdote tomará el cordero y el aceite, y realizará la ceremonia para presentarme las ofrendas.
25. »El sacerdote matará el cordero de la ofrenda para hacer las paces conmigo, y mojará su dedo en la sangre, y la untará en la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que se purifica.
26-27. Luego mojará con aceite el dedo índice de su mano derecha, y rociará el aceite siete veces en dirección a mi altar.
28. Pondrá también un poco de aceite en la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que se purifica.
29. Después de eso, derramará sobre la cabeza de esa persona el aceite que aún le quede,
30-31. y para terminar presentará un ave como ofrenda para el perdón de pecados, y la otra la quemará en mi honor, junto con la ofrenda de harina y aceite.
32. »Así se purificará a los leprosos más pobres».
33. Dios les dijo a Moisés y a Aarón:
34. «Cuando ustedes entren en el territorio de Canaán, tal vez aparezcan manchas de hongos y moho en las paredes de sus casas.
35. Cuando eso suceda, el dueño de la casa irá a decirle al sacerdote: “En las paredes de mi casa han aparecido unas manchas raras”.
36. »Antes de entrar en la casa, el sacerdote ordenará que la desocupen, y luego entrará a revisarla. Así lo que haya en ella no se volverá impuro.
37. »Si el sacerdote ve que las manchas son verdes o rojizas, y que están más hundidas que la pared,
38. saldrá de la casa y ordenará que nadie la ocupe durante siete días.
39. Al séptimo día volverá a revisarla. Si la mancha se ha extendido por las paredes,