4-5. Desde su nacimiento dedicarás tu hijo a Dios como nazireo. Por eso no debes beber vino ni otras bebidas fuertes, ni comer comidas impuras, y al niño nunca se le debe cortar el cabello. Ahora los filisteos dominan a los israelitas, pero con este niño comenzará su liberación».
6. La mujer fue a contárselo a su esposo:—Un hombre de Dios vino a donde yo estaba, y me impresionó tanto que no me atreví a preguntarle cómo se llamaba, ni él me dijo de dónde venía. Su cara era como la de un ángel.
7. Lo que me dijo fue esto: “Vas a quedar embarazada, y tendrás un varón. Desde que nazca hasta que muera, será dedicado a Dios como nazireo. Por eso, no bebas vino ni otras bebidas fuertes, ni comas comida impura”.