3-5. El rey Sedequías ordenó que me encarcelaran porque yo anuncié un mensaje de parte de Dios. Éste fue el mensaje:«Yo, el Dios de Israel, voy a dejar que el rey de Babilonia conquiste la ciudad de Jerusalén. Ni siquiera Sedequías podrá escapar del poder de los babilonios. Ahora es rey, pero será derrotado por el rey de Babilonia. Será llevado preso, y en ese país se quedará hasta que yo decida otra cosa. Si ustedes quieren pelear contra los babilonios, háganlo; pero saldrán derrotados. Juro que así será».
20. »Todos saben de los milagros que hiciste en Egipto, y de los que sigues haciendo en todo el mundo.
21. Tú nos sacaste de Egipto con gran poder, por medio de milagros que a todos llenaron de miedo.
22. Tú nos diste este país muy fértil, donde siempre hay abundancia de alimentos, tal como se lo habías prometido a nuestros antepasados.
23. »Pero cuando nuestros antepasados llegaron para habitar este país, no te obedecieron ni tuvieron en cuenta tus enseñanzas. ¡No cumplieron con lo que tú les mandaste hacer, y por eso los castigaste con esta desgracia!
24. Los ejércitos de Babilonia están listos para atacar a Jerusalén, y nuestra ciudad será conquistada por medio de la guerra, el hambre y las enfermedades.»Dios de Israel, ¡tú mismo puedes ver cómo se cumple ahora todo lo que habías anunciado!
25. Si la ciudad está a punto de caer en manos de los babilonios, ¡para qué me ordenaste comprar un terreno delante de testigos!»
26. Entonces Dios me explicó:
27. «Jeremías, yo soy el Dios de Israel y de todo el mundo. No hay absolutamente nada que yo no pueda hacer.
28. Tienes razón, voy a permitir que el rey de Babilonia y sus soldados se apoderen de Jerusalén.
29. El ejército babilonio atacará a Jerusalén, y les prenderá fuego a todas esas casas donde se quemaba incienso para adorar al dios Baal, y donde se presentaban ofrendas de vino en honor de los dioses falsos. Todo eso lo hacían para ofenderme.
30. Siempre, desde que comenzaron a existir como nación, el pueblo de Israel y el de Judá han hecho lo que les da la gana.»A mí me molesta mucho que adoren a esos ídolos. ¡Son dioses que ellos mismos han fabricado!
31-32. Por eso voy a destruir a Jerusalén, pues desde que la construyeron, los habitantes de Judá y de Jerusalén no han dejado de ofenderme con su conducta. También los pueblos de Israel y de Judá, y sus reyes, jefes, sacerdotes y profetas, no han hecho más que ofenderme y hacerme enojar.
33. Por más que yo traté de enseñarles y corregirlos, ellos no me escucharon ni me prestaron atención; en vez de seguirme, se alejaron de mí.
34. Para colmo, ¡en mi propio templo colocaron sus asquerosos ídolos! ¡Eso no lo puedo aceptar!
35. También construyeron altares en el valle de Ben-hinom, para adorar a Baal. Pero lo que más aborrezco es que en esos altares ofrecieron a sus hijos y a sus hijas en honor del dios Moloc. Yo jamás les ordené que hicieran eso, ¡y ni siquiera me pasó por la mente! Así fue como hicieron pecar a los habitantes de Judá.
36. »Por eso yo, el Dios de Israel, te digo que lo que has anunciado es verdad: la ciudad de Jerusalén caerá en manos del rey de Babilonia por causa de la guerra, el hambre y la enfermedad.