Jeremías 26:16-24 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

16. Los jefes y la gente del pueblo les dijeron a los sacerdotes y a los profetas: «No hay razón para matar a este hombre; lo único que hizo fue darnos el mensaje que recibió de nuestro Dios».

17. Entonces algunos jefes se levantaron y les dijeron a los que estaban allí reunidos:

18. «Cuando Ezequías era el rey de Judá, el profeta Miqueas de Moréset habló de parte de Dios y le anunció al pueblo de Judá este mensaje:“La ciudad de Jerusalén será destruida;quedará hecha un montón de ruinas.Y en el monte de Sión,donde se levanta el templo,sólo crecerán matorrales”.

19. »Y aunque Miqueas dijo esto, no lo mataron. Al contrario, el rey y el pueblo se humillaron ante Dios, y él los perdonó. Pero si nosotros matamos a Jeremías, Dios nos castigará».

20. Además de Jeremías, el profeta Urías hijo de Semaías, que era del pueblo de Quiriat-jearim, habló en contra de Jerusalén y del país.

21. Y como el rey Joacín y sus jefes y asistentes oyeron la denuncia del profeta, el rey intentó matarlo.Cuando Urías se enteró de los planes del rey Joacín, tuvo miedo y huyó a Egipto.

22. Pero el rey envió a Elnatán hijo de Acbor y a otros hombres, para que buscaran a Urías.

23. Cuando lo encontraron, lo trajeron ante el rey. Entonces el rey mandó que mataran al profeta y que arrojaran su cadáver a una fosa en donde echaban muertos.

24. Sin embargo, Jeremías contó con la protección de un hombre importante llamado Ahicam hijo de Safán. Por eso no fue entregado al pueblo y se libró de que lo mataran.

Jeremías 26