Génesis 37:21-22-29 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

3. Jacob amaba a José más que a sus otros hijos, pues había nacido cuando ya era muy anciano. Por eso le hizo una capa de muchos colores.

4. Pero sus hermanos lo odiaban, y ni siquiera le hablaban, pues veían que su padre lo quería más que a ellos.

5. Un día José tuvo un sueño. Cuando se lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más,

6. pues les dijo:—Anoche tuve un sueño,

7. y soñé que estábamos en medio del campo, atando el trigo en manojos. De repente, mi manojo se levantó y se quedó bien derecho, mientras los de ustedes lo rodeaban y se inclinaban ante él.

8. Sus hermanos protestaron:—¡Ahora resulta que vas a ser nuestro rey y nuestro jefe!Y por causa del sueño y por lo que decía, creció en ellos el odio que le tenían.

9. José tuvo otro sueño, y también se lo contó a sus hermanos. Les dijo:—Fíjense que tuve otro sueño. Resulta que esta vez el sol, la luna y once estrellas, se inclinaban ante mí.

21-22. Al oír esto, Rubén trató de librar a José de sus hermanos, para luego llevárselo a su padre. Por eso les dijo: «No está bien que lo matemos. ¿Para qué matarlo? Si quieren, échenlo en este pozo del desierto; ¡pero no le hagan daño!»

23. Cuando José llegó a donde estaban sus hermanos, ellos le quitaron la capa que su padre le había hecho

24. y lo echaron al pozo, que estaba seco. Y Rubén se fue.

25. Los hermanos se sentaron a comer. De pronto vieron que se acercaba un grupo de comerciantes. Eran unos ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos estaban cargados de finos perfumes y hierbas de rico olor, que los ismaelitas pensaban vender en Egipto.

26. Judá entonces les dijo a sus hermanos:«No ganamos nada con matar a nuestro hermano, y luego tener que mentir acerca de su muerte.

27. Nos conviene más vendérselo a estos ismaelitas. Después de todo, José es nuestro hermano; ¡es de nuestra propia familia!»Esta idea les pareció bien,

28. así que cuando los comerciantes pasaron por allí, los hermanos de José lo sacaron del pozo y lo vendieron en veinte monedas de plata. Entonces los comerciantes se lo llevaron a Egipto.

29. Cuando Rubén regresó y vio que José ya no estaba en el pozo, rompió su ropa en señal de tristeza,

Génesis 37