9. Así es como Dios le ha quitado al padre de ustedes su ganado, y me lo ha dado a mí.
10. »Una vez tuve un sueño. En ese sueño las ovejas estaban en celo, y pude ver que los carneros eran de piel rayada y manchada.
13. Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, donde derramaste aceite sobre una piedra y me hiciste una promesa. Apártate de Labán, y regresa a Canaán, que es donde tú naciste”.»
14. Raquel y Lía le respondieron:—Nosotras no podemos ya esperar que nuestro padre nos dé ninguna herencia,
15. pues nos considera unas extrañas. No sólo nos vendió como cualquier mercancía, sino que también se aprovechó de lo que trabajaste por nosotras.
16. Toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre, es nuestra y de nuestros hijos. Así que haz todo lo que Dios te diga.
22. Al tercer día Labán supo que Jacob se había ido,
26. Sin embargo, Labán le dijo a Jacob:—¿Por qué me has engañado? ¿Por qué has tomado a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra?
27. ¿Y por qué huiste sin decirme nada? Si me hubieras avisado, yo habría hecho una fiesta para despedirte.
28. ¡Lo que has hecho es una locura! ¡Ni siquiera un beso me dejaste darles a mis hijas y a mis nietos!
29. Ganas no me faltan de hacerles daño, pero anoche el Dios de tu padre me ordenó que no te dijera nada.
30. Si tanto te urgía volver a la casa de tu padre, no tenías por qué robarte mis dioses.