2. En el campo vio un pozo, del cual bebía agua el ganado. Junto al pozo descansaban tres rebaños de ovejas. El pozo estaba tapado con una gran piedra,
3. y sólo se les daba agua a las ovejas cuando todos los pastores habían reunido a sus rebaños. Después de eso, volvían a tapar el pozo.
4. Jacob se acercó a los pastores que allí estaban y les preguntó de dónde eran. Cuando le dijeron que eran de Harán,
5. volvió a preguntarles:—¿Conocen ustedes a Labán, el nieto de Nahor?—¡Claro que sí lo conocemos! —contestaron.
6. —¿Y está bien de salud? —insistió.Ellos respondieron:—Bastante bien. Por cierto que ahí viene su hija Raquel con sus ovejas.
7. Entonces Jacob les sugirió:—¡Falta mucho para que se oculte el sol! Mejor denles agua a las ovejas y llévenlas a los pastos, pues todavía no es hora de encerrarlas.
8. Pero ellos respondieron:—No debemos darles agua todavía. Siempre esperamos a que todos los rebaños estén juntos, para destapar el pozo y darles de beber.
9. Aún estaban hablando cuando Raquel, que también era pastora, llegó con las ovejas de su padre.
10-12. Entonces Jacob quitó la piedra del pozo, y les dio agua a las ovejas; luego besó a Raquel y se echó a llorar. Después le dijo que eran primos, porque Labán era hermano de Rebeca. Al oír esto, Raquel salió corriendo a contárselo a su padre.
13. En cuanto Labán supo que allí estaba Jacob, el hijo de su hermana, rápidamente salió a su encuentro y, luego de abrazarlo y besarlo, se lo llevó a su casa. Una vez allí, Jacob le contó lo que había pasado.
14. Entonces Labán dijo: «¡Tú eres parte de mi propia familia!»Un mes después de la llegada de Jacob,
15. Labán le dijo: «Tú no vas a trabajar gratis para mí, sólo porque eres mi sobrino. Dime cuánto quieres que te pague».
16. Labán tenía dos hijas. La mayor se llamaba Lía, y la menor se llamaba Raquel.