16. Pero al fin de esos cuatrocientos años, tus descendientes podrán volver a este país, pues los amorreos que ahora lo ocupan son tan malvados que en ese tiempo los expulsaré».
17. Cuando el sol se ocultó y se hizo de noche, apareció un horno humeante, y también una antorcha de fuego, que pasó entre las mitades de los animales.
18. Ese día, Dios hizo un compromiso con Abram, y le dijo:«Yo les daré a tus descendientes la tierra que va desde el río de Egipto hasta el río Éufrates.