19. Y así, los más débiles tienen que comerse el pasto pisoteado y beberse el agua revuelta.
20. »Yo juzgaré a los fuertes y a los débiles. Les doy mi palabra.
21. Ustedes los fuertes empujan a los débiles, y los hacen a un lado; además, los atacan y los hacen huir.
22. Pero yo soy su juez, y voy a protegerlos. No dejaré que vuelvan a aprovecharse de ellos,
23. pues les enviaré de nuevo a David, mi fiel servidor, para que los cuide.