5. Cuando Aarón vio esto, le construyó un altar al toro, y le anunció al pueblo: «¡Mañana tendremos una fiesta en honor de nuestro Dios!»
6. Al día siguiente, todos se levantaron muy temprano y ofrecieron en el altar sacrificios y ofrendas para pedir perdón a Dios. Después de comer y beber, se pusieron a bailar.
10. ¡Estoy tan enojado que voy a destruirlos a todos! ¡No trates de detenerme! Sin embargo, con tus descendientes formaré una gran nación.
11. Moisés trató de calmar a Dios, y le dijo:—Dios mío, ¡no te enojes con este pueblo! ¡Tú mismo lo sacaste de Egipto usando tu gran poder!
12. ¡No te enojes! ¡No destruyas a tu pueblo! No permitas que los egipcios se burlen de ti, y digan: “Dios los ha engañado, pues los sacó para matarlos en las montañas”.
13. Recuerda el juramento que les hiciste a Abraham, a Isaac y a Jacob. Tú les juraste que con sus descendientes formarías un pueblo tan numeroso como las estrellas del cielo, y que para siempre les darías el país de Canaán.
14. En cuanto Dios se calmó y decidió no destruir al pueblo,
17. Cuando Josué oyó los gritos de la gente, le dijo a Moisés:—Se oyen gritos de guerra en el campamento.
18. Pero Moisés le contestó:—También yo escucho las canciones, pero no son de victoria ni de derrota.