32. Yo te ruego que los perdones. Pero si no los perdonas, ¡bien puedes matarme a mí también!
33. Dios le contestó:—Yo le quito la vida al que peca contra mí.
34. Así que vete y lleva este pueblo al país que prometí darles. Mi ángel te guiará. Pero cuando llegue el momento indicado, los castigaré por lo que han hecho.
35. Y por haber adorado al toro que hizo Aarón, Dios les mandó una terrible enfermedad.