2-4. Entonces los consejeros le dijeron al rey:—Su Majestad debe nombrar asistentes en todas las provincias del país, para que busquen jóvenes hermosas y solteras. Esas jóvenes deberán ser llevadas a la casa de las mujeres, en su palacio. Allí estarán bajo el cuidado de Hegai, su hombre de confianza a cargo de las mujeres, para que les dé un tratamiento de belleza. Entonces Su Majestad elegirá a la joven que más le guste, y la nombrará reina en lugar de Vasti.Esto agradó al rey, y así se hizo.
5. En Susa vivía un judío de la tribu de Benjamín, llamado Mardoqueo hijo de Jaír, nieto de Simí y bisnieto de Quis.
6. Era uno de los prisioneros que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se había llevado de Jerusalén junto con el rey Joaquín de Judá.
7. Mardoqueo había criado a una prima suya llamada Ester, porque era huérfana. Cuando murieron sus padres, Mardoqueo la adoptó como hija propia. Ester era muy hermosa y elegante.
8. Cuando se conoció la orden dada por el rey, muchas jóvenes fueron llevadas al palacio, y quedaron al cuidado de Hegai. Entre ellas estaba Ester.
9. Hegai se fijó en ella, y le agradó tanto que, enseguida, ordenó que se le dieran cremas de belleza y comida especial. También le ordenó a siete de las mejores muchachas del palacio que atendieran a Ester, y que le dieran una de las mejores habitaciones en la casa de las mujeres.
21. y escuchó hablar a dos oficiales del rey que vigilaban la entrada del palacio. Eran Bigtán y Teres, que estaban muy enojados con el rey y hacían planes para matarlo.
22. Al oír esto, Mardoqueo fue a decírselo a la reina Ester, y ella se lo dijo al rey.
23. El rey mandó investigar el asunto, y cuando se comprobó que era cierto, ordenó que esos dos hombres fueran ahorcados. Todo esto fue anotado, en presencia del rey, en el libro de la historia del país.