2 Reyes 5:15-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

15. Luego Naamán y todos sus acompañantes regresaron a ver a Eliseo. Cuando Naamán llegó ante el profeta, le dijo:—Ahora estoy seguro de que sólo en Israel se adora al verdadero Dios. Por favor, acepta un regalo de este tu servidor.

16. Eliseo le contestó:—No voy a aceptar ningún regalo. Lo juro por el Dios al que sirvo.Naamán le insistió para que lo aceptara, pero Eliseo no quiso.

17. Entonces Naamán le dijo:—Permíteme llevar toda la tierra que pueda cargar en dos mulas, porque de ahora en adelante voy a ofrecer sacrificios y ofrendas sólo a Dios. No se los ofreceré a ningún otro dios.

18. Sólo espero que Dios me perdone, cuando mi rey vaya a adorar al templo de Rimón, y yo tenga que acompañarlo. El rey se apoyará sobre mi brazo y tendré que arrodillarme en ese templo, ¡que Dios me perdone!

19. Eliseo dijo:—Vete tranquilo.Naamán se fue, y cuando ya se había alejado bastante,

20. Guehazí, el sirviente de Eliseo, pensó: «El profeta Eliseo ha dejado ir a Naamán sin aceptar ningún regalo. Voy a correr detrás de él para conseguir algo. Lo juro por Dios».

21. Entonces Guehazí siguió a Naamán, y cuando éste vio que Guehazí corría tras él, se bajó del carro y le preguntó:—¿Está todo bien?

22. Guehazí contestó:—Sí, todo está bien. Eliseo me envió a decirle que dos profetas jóvenes acaban de llegar de las montañas de Efraín. Él le ruega que les dé tres mil monedas de plata y dos vestidos completos.

23. Naamán dijo:—Por favor, acepta seis mil monedas de plata.Naamán insistió en que las aceptara, y las puso en dos bolsos, junto con los dos vestidos. Todo esto se lo dio a dos sirvientes suyos, para que acompañaran a Guehazí de regreso.

24. Cuando llegaron al monte Carmelo, donde vivía Eliseo, Guehazí tomó los bolsos que llevaban los sirvientes de Naamán y los guardó en la casa. Después se despidió de los hombres.

25. Guehazí entró en la casa y se presentó delante de Eliseo, quien le preguntó:—¿De dónde vienes, Guehazí?—No he ido a ningún lado —contestó Guehazí.

26. Pero Eliseo le dijo:—Yo sé que Naamán se bajó de su carro para recibirte, pues yo estaba allí con mi pensamiento. Éste no es el momento de aceptar dinero, ropa, viñedos o huertos de olivos, ovejas, toros ni esclavos.

27. Y como tú aceptaste el regalo de Naamán, su lepra se te pasará a ti y a tu familia para siempre.Cuando Guehazí se separó de Eliseo, ya estaba enfermo de lepra. Su piel quedó pálida como la nieve.

2 Reyes 5