2 Reyes 10:12-25 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

12. Después Jehú se fue a Samaria. En el camino, pasó por un lugar donde acostumbraban reunirse los pastores.

13. Allí se encontró con los hermanos de Ocozías, el que había sido rey de Judá, y les preguntó:—¿Quiénes son ustedes?Ellos respondieron:—Nosotros somos los hermanos de Ocozías. Hemos venido a saludar a los hijos del rey Ahab y de la reina Jezabel.

14. Entonces Jehú ordenó:—¡Atrápenlos!Sus sirvientes los atraparon y los mataron junto al pozo de aquel lugar. Eran cuarenta y dos hombres, y ¡no dejaron a ninguno con vida!

15. Cuando Jehú salió de allí, encontró a Jonadab hijo de Recab, que había ido a buscarlo. Jehú lo saludó, y luego le preguntó:—¿Eres sincero conmigo, como yo lo soy contigo?Jonadab le contestó:—Por supuesto.Jehú le dijo:—Si es así, dame la mano.Jonadab le dio la mano, y Jehú lo ayudó a subir a su carro.

16. Después le dijo:—Ven conmigo. Vas a ver cuánto amo a mi Dios.Y Jehú se llevó a Jonadab en su carro.

17. Cuando llegaron a Samaria, Jehú mató a todos los descendientes de Ahab que allí quedaban. Ni uno solo quedó con vida, y así se cumplió lo que Dios había dicho por medio de Elías.

18. Después Jehú reunió a todo el pueblo y le dijo:«Ahab adoró a Baal, pero yo lo voy a adorar aún más.

19. Así que llamen a todos los profetas de Baal, a todos los que lo adoran y a todos sus sacerdotes. ¡Que no falte ninguno, porque tengo que ofrecer un gran sacrificio para Baal! El que falte, morirá».Pero al decir esto, Jehú no hablaba en serio, lo que quería era matar a los que adoraban a Baal.

20-21. Por eso ordenó que se celebrara una reunión importante para adorarlo, y envió mensajeros a todo Israel. Todos los que adoraban a Baal llegaron a su templo. No faltó ninguno de ellos, por lo que el templo se llenó completamente.

22. Entonces Jehú le ordenó al que estaba encargado de la ropa de los sacerdotes: «Saca ropas especiales para todos los adoradores de Baal», y ese hombre así lo hizo.

23. Después Jehú entró al templo de Baal, acompañado de Jonadab, y dijo a los adoradores de ese dios: «Aquí sólo deben estar los adoradores de Baal. Procuren que no haya nadie que adore al Dios de Israel».

24. Los adoradores de Baal entraron en el templo para ofrecer sacrificios. Mientras tanto, Jehú puso afuera a ochenta hombres y les dijo: «Si alguno de ustedes deja escapar a uno solo de los adoradores de Baal, lo pagará con su propia vida».

25. Cuando Jehú terminó de ofrecer el sacrificio, les dijo a los soldados: «¡Entren y maten a todos! ¡Que no escape nadie!»Entonces ellos entraron y los mataron, y luego sacaron de allí los cuerpos. Después entraron en la sala principal del templo de Baal,

2 Reyes 10