2 Crónicas 20:3-9 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

3. Josafat, lleno de miedo, buscó la ayuda de Dios, y para mostrar su angustia le pidió a todo su pueblo que no comiera.

4-5. De todas las ciudades de Judá llegó gente a Jerusalén para pedir la ayuda de Dios. Al ver a la multitud, Josafat se puso de pie, frente al patio nuevo que está en la entrada del templo de Dios,

6. y oró así:«Dios de nuestros antepasados, ¡tú estás en los cielos, y dominas a todas las naciones de la tierra! ¡La fuerza y el poder te pertenecen! ¡Nadie puede vencerte!

7. »Dios nuestro, tú expulsaste a los pueblos que antes vivían en este territorio, y nos lo diste a nosotros, que somos descendientes de tu amigo Abraham.

8. »Éste ha sido nuestro país, y en él edificamos un templo para honrarte; allí hicimos esta oración:

9. “Si en alguna ocasión nos castigas con toda clase de males, y en medio de nuestras angustias venimos a buscarte a este templo, escúchanos y ayúdanos”.

34-37. A pesar de que Ocozías, rey de Israel, era un hombre malvado, Josafat también se unió a él, y juntos construyeron barcos en el puerto de Esión-guéber, para enviarlos a Tarsis. Fue entonces cuando Eliézer hijo de Dodavahu, de la ciudad de Maresá, le dio a Josafat este mensaje de parte de Dios: «A Dios no le agradó que te unieras a Ocozías, y por eso destruirá los barcos que has construido».Y así sucedió; los barcos se hundieron y no pudieron partir hacia Tarsis.La historia de Josafat, de principio a fin, está escrita en «Las historias de Jehú hijo de Hananí», que son parte del libro de la historia de los reyes de Israel.

2 Crónicas 20