20. »Yo sé muy bien que llegarás a ser rey, y que al pueblo de Israel le irá muy bien contigo.
21. Por eso, júrame por Dios que no acabarás con mis hijos ni con mis nietos, y que no harás que mi familia se olvide de mí.
22. David se lo juró a Saúl. Luego Saúl se regresó a su casa, y David y su gente volvieron a su escondite.