4-7. En el ejército filisteo había un hombre llamado Goliat, que era de Gat y medía casi tres metros de altura. Llevaba puesto un casco, y también una armadura de bronce que pesaba como cincuenta y siete kilos. Sus piernas estaban protegidas con placas de bronce, y en los hombros llevaba una jabalina. La base de su lanza era enorme, y su punta era de hierro y pesaba como siete kilos. Delante de él iba su ayudante.
36. Y si el león o el oso se me echan encima, yo los golpeo y los mato. Y eso mismo voy a hacer con este filisteo, pues ha desafiado a los ejércitos del Dios vivo.
37. Si Dios me ha librado de las garras de leones y de osos, también me librará de este filisteo.Entonces Saúl le dijo a David:—Anda, pues, y que Dios te acompañe.
38. Enseguida Saúl dio órdenes de que le pusieran a David su propia ropa militar, su armadura de bronce y su casco.
39. Por su parte, David se colgó la espada, pero como no estaba acostumbrado a usar armadura, no podía ni caminar. Así que le dijo a Saúl:—Yo no estoy acostumbrado a usar esto, y no puedo ni caminar.Y se quitó la armadura.
40. Pero tomó su vara y su honda, y puso en su bolsa cinco piedras del río. Luego fue y se le acercó al filisteo.
41. También Goliat se acercó a David, aunque su ayudante iba siempre delante de él.
42-44. Cuando vio que David no era más que un muchachito de piel morena, lo consideró muy poca cosa y lo maldijo en nombre de sus dioses. Le dijo:—¡Vaya con el niño bonito! Vienes a pelear conmigo con un palo, como si fuera yo un perro. Ven acá, que te voy a matar, y con tu carne voy a alimentar a los buitres y a las bestias salvajes.
45. Pero David le contestó:—¡Y tú vienes a pelear conmigo con espada, y flechas y lanza! Pues yo vengo en el nombre del Dios todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien te has atrevido a desafiar.