1. Más tarde, Samuel les dijo a todos los israelitas:
4. Pero ellos le respondieron:—Jamás nos has robado. Jamás nos engañaste, ni aceptaste nunca dinero para cometer injusticias.
5. Entonces Samuel les dijo:—Dios y el rey que él ha elegido son testigos de que ninguno de ustedes me acusa de nada.Y ellos respondieron:—Así es. Dios y el rey son testigos.
9. »Sin embargo, ellos se olvidaron de su Dios. Por eso él permitió que los dominaran Sísara, el jefe del ejército de Hasor, los filisteos y el rey de Moab.
10. »Pero los israelitas reconocieron que se habían alejado de Dios, y le dijeron: “Hemos pecado contra ti, pues hemos adorado a Baal y a Astarté, dioses de otras naciones. Líbranos del poder de nuestros enemigos, y te adoraremos sólo a ti”.
11. »Dios envió entonces a Jerubaal, a Bedán y a Jefté, y también a mí, para librarlos del poder de sus enemigos. Por eso ahora ustedes viven en paz.