4. Te saludarán y te darán dos panes. Acéptalos.
5. »De allí te irás a Guibeá de Dios, donde los filisteos tienen un cuartel. Al entrar al pueblo, te encontrarás a una banda de músicos con guitarras, panderos, flautas y arpas. Detrás de esa banda verás a un grupo de profetas que bajan del santuario y que van dando mensajes de parte de Dios.
6. »En ese momento el espíritu de Dios vendrá sobre ti y te pondrás a profetizar junto con ellos. A partir de entonces, tu vida cambiará por completo.
7. »Una vez que se cumpla todo esto que ahora te digo, podrás hacer lo que quieras, porque Dios estará contigo.
8. »Pero ahora, vete a Guilgal y espérame allí siete días. Cuando llegue yo, le presentaré a Dios sacrificios y ofrendas de paz, y entonces te diré lo que tienes que hacer como rey».
9. Ese mismo día se cumplió todo lo que Samuel había dicho, pues en cuanto Saúl se dio vuelta y se apartó de Samuel, Dios cambió la vida de Saúl.
10. Cuando Saúl y su ayudante llegaron a Guibeá, se encontraron con el grupo de profetas. Entonces el espíritu de Dios vino sobre Saúl, y Saúl comenzó a profetizar junto con ellos.
13. Cuando Saúl terminó de profetizar, subió al santuario del cerro.
14. Entonces el tío de Saúl les preguntó a él y a su sirviente:—¿Dónde estaban?Saúl respondió:—Andábamos buscando las burras. Como no podíamos encontrarlas, fuimos a ver al profeta Samuel para preguntarle por ellas.
15. Y el tío le dijo:—¡Cuéntame lo que te dijo el profeta!
16. Pero Saúl no quiso contarle lo que Samuel le había dicho acerca del reino, así que le contestó:—Sólo nos dijo que ya habían encontrado las burras.
17. Algunos días después, Samuel reunió a todo el pueblo en Mispá, y en presencia de Dios
18. les dijo:«Así dice el Dios de Israel: Yo los saqué a ustedes de Egipto. Yo los libré del poder de ese pueblo y de las naciones que los tenían dominados. A pesar de eso, ustedes me han rechazado y ahora quieren tener un rey.
19. Parece que se han olvidado de que soy yo quien siempre los ayuda en todos sus problemas.»Pero no importa. Ahora preséntense ante mí por tribus y familias».