2. Dios se le apareció por segunda vez, como se le había aparecido antes en Gabaón,
3. y le dijo:«He escuchado tus oraciones y tus ruegos. Este templo que has edificado será mío, y en él viviré para siempre. Voy a cuidarlo; no lo descuidaré ni un momento.
6. »Pero si tú o cualquiera de tus descendientes no me obedecen, sino que sirven y adoran a otros dioses,
7. entonces expulsaré a Israel de la tierra que le he dado. Abandonaré el templo que había elegido para que me adoraran, y todas las naciones se burlarán de tu pueblo.
8. Este templo no será más que un montón de ruinas y todos los que pasen a su lado se asombrarán y se burlarán, diciendo: “¿Por qué Dios ha hecho esto con Israel y con este templo?”
9. Y se les contestará: “Porque Israel abandonó a su Dios, quien lo había sacado de Egipto. Su pueblo obedeció y adoró a otros dioses. Por eso Dios ha traído todo este mal sobre ellos”».
15. Salomón obligó a su pueblo a trabajar en la construcción del templo de Dios, en su propio palacio, en la plataforma, en la muralla que rodeaba la ciudad de Jerusalén, y en la reconstrucción de las ciudades de Hasor, Meguido y Guézer.
16. Esta última ciudad había sido conquistada por el rey de Egipto, quien después la quemó y mató a todos los cananeos que allí vivían. Tiempo después, el rey de Egipto le regaló esa ciudad a su hija cuando ella se casó con Salomón.
17. Por eso Salomón reconstruyó Guézer, y también Bet-horón de abajo,