10. Adonías no invitó a su hermano Salomón ni al profeta Natán, ni a Benaías ni a los soldados de David.
11. Entonces Natán le dijo a Betsabé, la madre de Salomón:«¿Ya te enteraste? Adonías se ha nombrado rey, y nuestro señor David ni siquiera lo sabe.
12. Voy a darte un consejo que puede salvar tu vida y la de tu hijo Salomón.
13. Tienes que ir a ver al rey David y decirle: “Su Majestad había jurado que mi hijo Salomón reinaría después de usted. ¿Por qué, entonces, está reinando Adonías?”
14. Y mientras tú estés hablando con el rey, yo entraré y te apoyaré».
15. Betsabé fue a ver al rey a su habitación. El rey ya era muy anciano, y Abisag, la muchacha de Sunem, lo atendía.