16. Y si la oreja dijera: «Como yo no soy ojo, no soy del cuerpo», de todos modos seguiría siendo parte del cuerpo.
17. Si todo el cuerpo fuera ojo, no podríamos oír. Y si todo el cuerpo fuera oído, no podríamos oler.
18. Pero Dios puso cada parte del cuerpo en donde quiso ponerla.
19. Una sola parte del cuerpo no es todo el cuerpo.
20. Y aunque las partes del cuerpo pueden ser muchas, el cuerpo es uno solo.
21. El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito». Tampoco la cabeza puede decirle a los pies: «No los necesito».
22. Al contrario, las partes que nos parecen más débiles, son las que más necesitamos.
23. Y las partes que nos parecen menos importantes, son las que vestimos con mayor cuidado. Lo mismo hacemos con las partes del cuerpo que preferimos no mostrar.