26. Movió el solano en el cielo, y trajo con su fortaleza el austro,
27. e hizo llover sobre ellos carne como polvo, y aves de alas como arena del mar.
28. Y las hizo caer en medio de su campamento, alrededor de sus tiendas.
29. Y comieron, y se llenaron bien; les cumplió pues su deseo.
30. No habían quitado de sí su deseo, aun estaba su vianda en su boca,
31. cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató los más robustos de ellos, y derribó los escogidos de Israel.
32. Con todo esto pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.
33. Consumió por tanto sus días en vanidad, y sus años en tribulación.
34. Si los mataba, entonces le buscaban; y se convertían, y buscaban a Dios de mañana.
35. Y se acordaban que Dios era su refugio, y el Dios Alto su redentor.
36. Mas le lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían,
37. pues sus corazones no eran rectos con él, ni estuvieron firmes en su pacto.
38. Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruyó; y abundó su misericordia para apartar su ira, y no despertó toda su ira.
39. Y se acordó que eran carne; soplo que va y no vuelve.
40. ¡Cuántas veces lo ensañaron en el desierto, lo enojaron en la soledad!
41. Y volvían, y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel.
42. No se acordaron de su mano, del día que los redimió de angustia;
43. cuando puso en Egipto sus señales, y sus maravillas en el campo de Zoán;