Salmos 50:12-23 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

12. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.

13. ¿Tengo de comer yo carne de toros, o de beber sangre de machos cabríos?

14. Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus promesas al Altísimo.

15. Y llámame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás.

16. Pero al malo dijo Dios: ¿Qué parte tienes tú de declarar mis leyes, y que tomes mi pacto en tu boca?

17. ¡Aborreciendo tú el castigo, y echando detrás de ti mis palabras!

18. Si veías al ladrón, tú corrías con él; y con los adúlteros era tu parte.

19. Tu boca metías en mal, y tu lengua componía engaño.

20. Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia.

21. Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas por eso que de cierto sería yo como tú; yo te argüiré, y las pondré delante de tus ojos.

22. Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios; no sea que os arrebate, y no haya quién os libre.

23. El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le enseñaré la salud de Dios.

Salmos 50