Salmos 5:2-11 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

2. Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.

3. Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré a ti, y esperaré.

4. Porque tú no eres un Dios que ame la maldad: El malo no habitará junto a ti.

5. No estarán los locos que se gobiernan por afecto o consejo de la carne delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.

6. Destruirás a los que hablan mentira. Al varón de sangre y de engaño abominará el SEÑOR.

7. Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu Casa; adoraré hacía el santo Templo tuyo con tu temor.

8. Guíame, SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.

9. Porque no hay en su boca rectitud; sus entrañas son pravedades; sepulcro abierto es su garganta, con su lengua lisonjearán.

10. Desbaratados, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus rebeliones échalos, porque se rebelaron contra ti.

11. Y se alegrarán todos los que esperan en ti; para siempre jubilarán, y los cubrirás; y se alegrarán en ti los que aman tu nombre.

Salmos 5