10. Mas tú, SEÑOR, ten misericordia de mí, y hazme levantar, y les daré el pago.
11. En esto habré conocido que te he agradado, que mi enemigo no se holgará de mí.
12. En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has asentado delante de ti para siempre.
13. Bendito sea el SEÑOR, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos. Amén y Amén.