5. Yo me acosté, y dormí, y desperté; porque el SEÑOR me sustentaba.
6. No temeré de diez millares de gente, que pusieren cerco contra mí.
7. Levántate, SEÑOR; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebraste.
8. Del SEÑOR es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)