Salmos 119:125-141 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

125. Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.

126. Tiempo es de actuar, oh SEÑOR; han disipado tu ley.

127. Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.

128. Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.

129. PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma.

130. La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.

131. Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.

132. Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.

133. Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134. Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.

135. Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.

136. Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

137. TSADE Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios.

138. Encargaste la justicia es a saber tus testimonios, y tu verdad.

139. Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140. Sumamente pura es tu palabra; y tu siervo la ama.

141. Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos.

Salmos 119