1. De David. Bendice, alma mía al SEÑOR; y todas mis entrañas al Nombre de su santidad.
2. Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios:
3. el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades,
4. el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordia;
5. el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.
6. El SEÑOR es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.
7. Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras.
8. Misericordioso y clemente es el SEÑOR; lento para la ira, y grande en misericordia.
9. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo .
10. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.