8. Por lo cual fue llamado aquel campo, Acéldema: Campo de sangre , hasta el día de hoy.
9. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fue apreciado por los hijos de Israel;
10. y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
11. Y Jesús estuvo delante del gobernador; y el gobernador le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.
12. Y siendo acusado por los príncipes de los sacerdotes, y por los ancianos, nada respondió.
13. Pilato entonces le dice: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?
14. Y no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
15. Y en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, cual quisiesen.
16. Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás.