Mateo 26:12-29 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

12. Porque echando este ungüento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho.

13. De cierto os digo, que dondequiera que este Evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo que ésta ha hecho.

14. Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los príncipes de los sacerdotes,

15. y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata.

16. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.

17. Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la Pascua?

18. Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la Pascua con mis discípulos.

19. Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y aderezaron la Pascua.

20. Y como fue la tarde del día, se sentó a la mesa con los doce.

21. Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.

22. Y entristecidos ellos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?

23. Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me ha de entregar.

24. A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera al tal hombre no haber nacido.

25. Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo: ¿Por ventura soy yo, Maestro? Le dice: Tú lo has dicho.

26. Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y habiendo dado gracias, lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. Esto es mi cuerpo.

27. Y tomando el vaso, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos;

28. porque esto es mi sangre del Nuevo Testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.

29. Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo que beber nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre.

Mateo 26