11. Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le eche mano, y la levante?
12. Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, lícito es en los sábados hacer bien.
13. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fue restituida sana como la otra.
14. Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra él para destruirle.
15. Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguieron grandes multitudes, y sanaba a todos.
16. Y él les encargaba rigurosamente que no le descubriesen;