Mateo 12:10-22 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

10. Y he aquí había allí un hombre que tenía una mano seca; y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en sábado?, por acusarle.

11. Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le eche mano, y la levante?

12. Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, lícito es en los sábados hacer bien.

13. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fue restituida sana como la otra.

14. Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra él para destruirle.

15. Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguieron grandes multitudes, y sanaba a todos.

16. Y él les encargaba rigurosamente que no le descubriesen;

17. para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo:

18. He aquí mi siervo, al cual he escogido; mi Amado, en el cual se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él y a los gentiles anunciará juicio.

19. No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz.

20. La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio.

21. Y en su Nombre esperarán los gentiles.

22. Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo, y le sanó; de tal manera, que el ciego y mudo hablaba y veía.

Mateo 12