32. mas después de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan morar bajo su sombra.
33. Y con muchas parábolas como éstas les hablaba la Palabra, conforme a lo que podían oír.
34. Sin parábola no les hablaba; pero a sus discípulos en particular declaraba todo.