5. Y les decía: El Hijo del hombre es Señor aun del sábado.
6. Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñó; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
7. Y le acechaban los escribas y los fariseos, si sanaría en sábado, para hallar de qué le acusasen.
8. Mas él sabía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él levantándose, se puso en pie.
9. Entonces Jesús les dice: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en sábados hacer bien, o hacer mal? ¿Salvar una persona, o matarla?
10. Y mirándolos a todos alrededor, dice al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restituida sana como la otra.
11. Y ellos se llenaron de rabia; y hablaban los unos a los otros qué harían a Jesús.
12. Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
13. Y como fue de día, llamó a sus discípulos, y escogió doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:
14. A Simón, al cual también llamó Pedro, y a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé,
15. Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Zelote,
16. Judas, hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que también fue el traidor.
17. Y descendió con ellos, y se paró en un lugar llano, en compañía de sus discípulos, y una grande multitud de pueblo de toda Judea y de Jerusalén, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido a oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;
18. y los que eran atormentados de espíritus inmundos eran curados.