Levítico 8:8-22 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

8. Luego le puso encima el pectoral, y puso en el pectoral el Urim y el Tumim.

9. Después puso la mitra sobre su cabeza; y sobre la mitra delante de su rostro puso la plancha de oro, la corona de la santidad; como El SEÑOR había mandado a Moisés.

10. Y tomó Moisés el aceite de la unción, y ungió el tabernáculo, y todas las cosas que estaban en él, y las santificó.

11. Y roció de él sobre el altar siete veces, y ungió el altar y todos sus vasos, y la fuente y su basa, para santificarlos.

12. Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo.

13. Después Moisés hizo llegar los hijos de Aarón, y les vistió las túnicas, y los ciñó con cintos, y les ajustó los chapeos (tiaras), como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.

14. Hizo luego llegar el novillo de la expiación, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del novillo de la expiación,

15. y lo degolló; y Moisés tomó la sangre, y puso con su dedo sobre los cuernos del altar alrededor, y expió el altar; y echó la demás sangre al cimiento del altar, y lo santificó para reconciliar sobre él.

16. Después tomó todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo de ellos, e hizo Moisés perfume sobre el altar.

17. Mas el novillo, y su cuero, y su carne, y su estiércol, lo quemó con fuego fuera del real; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.

18. Después hizo llegar el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero;

19. y lo degolló; y roció Moisés la sangre sobre el altar en derredor.

20. Y cortó el carnero en sus piezas; y Moisés hizo perfume de la cabeza, y las piezas, y el sebo.

21. Lavó luego con agua los intestinos y las piernas, y quemó Moisés todo el carnero sobre el altar; holocausto en olor muy aceptable, ofrenda encendida al SEÑOR; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.

22. Después hizo llegar el otro carnero, el carnero de las consagraciones, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero;

Levítico 8