7. y el sudario, que había sido puesto sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino envuelto en un lugar aparte.
8. Y entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al monumento, y vio, y creyó.
9. Porque aún no sabían la Escritura: Que era necesario que él resucitase de los muertos.
10. Y volvieron los discípulos a los suyos.