9. La nube se acaba, y se va; así el que desciende al sepulcro, que nunca más subirá;
10. no tornará más a su casa, ni su lugar le conocerá más.
11. Por tanto yo no reprimiré mi boca; hablaré con la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma.
12. ¿Soy yo un mar, o dragón, que me pongas guarda?
13. Cuando digo: Mi cama me consolará, mi cama atenuará mis quejas;
14. entonces me quebrantarás con sueños, y me turbarás con visiones.