33. Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder; y gran gracia era sobre todos ellos.
34. Que ningún necesitado había entre ellos; porque todos los que poseían heredades o casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido,
35. y lo ponían a los pies de los apóstoles; y era repartido a cada uno de acuerdo a su necesidad.
36. Entonces José, que fue llamado de los apóstoles por sobrenombre, Bernabé, (que es interpretado, Hijo de consolación) levita, natural de Chipre,
37. como tuviese una heredad, la vendió, y trajo el precio, y lo puso a los pies de los apóstoles.