Génesis 42:5-25 Sagradas Escrituras 1569 (SEV)

5. Y vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Canaán.

6. Y José era el señor de la tierra, que vendía el trigo a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro por tierra.

7. Y cuando José vio a sus hermanos, los conoció; mas hizo que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán a comprar alimentos.

8. Y José conoció a sus hermanos, pero ellos no le conocieron.

9. Entonces se acordó José de los sueños que había soñado de ellos, y les dijo: Espías sois; por ver lo descubierto de la tierra habéis venido.

10. Y ellos le respondieron: No, señor mío; mas tus siervos han venido a comprar alimentos.

11. Todos nosotros somos hijos de un varón; somos hombres de la verdad; tus siervos nunca fueron espías.

12. Y él les dijo: No; a ver lo descubierto del país habéis venido.

13. Ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro no parece.

14. Y José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías.

15. En esto seréis probados: Vive el Faraón que no saldréis de aquí, sino cuando vuestro hermano menor viniere aquí.

16. Enviad uno de vosotros, y traiga a vuestro hermano; y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si la verdad esta con vosotros; y si no, vive el Faraón, que sois espías.

17. Y los juntó en la cárcel por tres días.

18. Y al tercer día les dijo José: Haced esto, y vivid. Yo temo a Dios.

19. Si sois hombres de la verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre de vuestra casa;

20. pero habéis de traerme a vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Y ellos lo hicieron así.

21. Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, que vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le oímos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.

22. Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el joven; y no escuchasteis? He aquí también su sangre es requerida.

23. Y ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos.

24. Y se apartó José de ellos, y lloró; después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Simeón, y le aprisionó a vista de ellos.

25. Y mandó José que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les diesen comida para el camino; y fue hecho con ellos así.

Génesis 42