23. Los tomó, pues , y los pasó el arroyo, y pasó lo que tenía.
24. Y se quedó Jacob solo, y luchó con él un varón, hasta que el alba subía.
25. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó la palma de su anca, la palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con él.
26. Y dijo: Déjame, que el alba sube. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.